Las Ánimas son las Almas
que penan en el purgatorio antes de ir a la gloria.
La doctrina del
Purgatorio, fue promulgada por la Iglesia de forma oficial en el Concilio de
Florencia, convocado por Eugenio IV entre 1431 y 1445. Pero fue el 3 de
diciembre de 1563 cuando la Iglesia reconoció la existencia del Purgatorio en
el Concilio de Trento, convocado por Pablo III en 1545.
El Purgatorio es el
lugar en donde las almas de los justos que mueren con mancha de pecado se
purifican expiando sus faltas antes de ser admitidas en el Cielo. Las Ánimas
Benditas son las almas de los fallecidos que están en el Purgatorio esperando
redimir sus pecados para encontrarse con Dios, ya que nada manchado puede
entrar en el Cielo. Entre tanto pueden recibir ayuda de los fieles que viven en
la tierra.
Para ayudar a las
almas que están sufriendo en el Purgatorio son necesarias la oración, la
limosna, las misas y ofrecer sacrificios.
El 1 de Noviembre,
según el calendario cristiano se celebra la festividad de Todos los Santos. Y
el 2 de noviembre es la conmemoración de Todos los Difuntos y Ánimas de
Purgatorio. Rogamos por ellos y por la intercesión de la Bienaventurada Siempre
Virgen María, Reina de Monte Carmelo, quien posee el privilegio de librar de
las penas del purgatorio a las almas de aquellos que vistieran su Sagrado
Escapulario en vida y cumplieran las normas de precepto establecidas.
Las almas del
Purgatorio no ven a Dios hasta subir al Reino de los Cielos, pero sí reciben la
gracia de ser visitadas por la Santísima Virgen, quien acompañada por San
Miguel Arcángel, las consuela, aliviando el dolor que las sofoca. Los ángeles
custodios de las almas las acompañan en el Purgatorio como lo hicieron en vida,
dándoles también consuelo, así como irán con ellas al Reino de los Cielos el
día en que ingresen allí glorificadas.
Como bien dice
Jesús Gómez Jara en su trabajo: “La salvación del alma. Repercusiones tangibles de un
valor inmaterial de la Iglesia Católica: el Patrimonio Histórico Artístico de
la cultura occidental”: Quizá la expresión máxima de la devoción a las Ánimas
Benditas sean las Cofradías de Ánimas, asociación de fieles que se erigían en
todas o casi todas las Parroquias con el único fin de procurar sufragios,
oraciones y otro tipo de acciones en favor de la Ánimas Benditas del
Purgatorio, en un acto de caridad y solidaridad admirable. Estas Cofradías
hacían la demanda de limosnas en la Iglesia todos los domingos y días festivos y
decían misas y sufragios con regularidad por las Ánimas, y promocionaban
públicamente el que los fieles participaran e hicieran oraciones por ellas, en
la seguridad que en su día serían recompensadas por ellas.